Contouring en la cara

Contouring en la cara

¿Qué es el contouring facial?

El contouring de la cara es una técnica de maquillaje basada en la aplicación de tonos claros y oscuros en el rostro durante el proceso de maquillaje con el objetivo de modelar visualmente el rostro. Realzando con iluminadores aquellas zonas que queremos destacar y hundiendo con sombras oscuras las zonas a las que queremos dar menos volumen sobre el conjunto del rostro.

Realmente esta técnica no es nada nuevo en la escena del maquillaje profesional hasta que Kim Kardashian le ha puesto nombre; el contouring.

En el ámbito del maquillaje profesional, esta técnica se ha denominado siempre, visagismo y realmente es bastante más compleja de lo que se dice en los tutoriales de contouring que encontramos en internet

Tabla de contenidos

Para qué sirve el contour en maquillaje

El contouring en la cara es una técnica de maquillaje que ofrece múltiples beneficios, permitiendo transformar visualmente las facciones del rostro.

Uno de sus principales usos es realzar los rasgos naturales, como los pómulos, afinando zonas como la nariz o la mandíbula para conseguir un aspecto más estructurado y armonioso. Al aplicar sombras en zonas específicas, el contouring puede minimizar áreas que deseamos disimular, como papadas o frentes anchas, mientras que el uso de iluminadores añade luminosidad y resalta los puntos altos del rostro, como el arco de las cejas o el centro de la nariz.

Otro de sus beneficios es la capacidad de personalizar el maquillaje según la forma del rostro. Cada tipo de cara (ovalado, redondo, cuadrado) tiene una técnica de contouring que se adapta mejor a sus características, permitiendo ajustar las proporciones faciales para conseguir mayor simetría. Esto es especialmente útil para quienes desean corregir asimetrías o desequilibrios en las proporciones del rostro.

Además, el contouring puede ser utilizado tanto para looks naturales como dramáticos. Dependiendo de la cantidad de producto y las técnicas aplicadas, se puede lograr un maquillaje de día sutil o un maquillaje de noche más marcado y definido. Esta versatilidad hace que sea una técnica esencial tanto para maquillaje diario como para eventos especiales o sesiones fotográficas, donde el contouring puede mejorar cómo se percibe el rostro bajo diferentes condiciones de luz.

Un aspecto menos conocido, pero igualmente importante es su capacidad para camuflar imperfecciones. Al incorporar no solo tonos claros y oscuros, sino también tonos correctores como amarillos, naranjas o verdosos, el contouring facial ayuda a disimular manchas, cicatrices, rojeces u otras alteraciones cutáneas, unificando la piel mientras esculpe el rostro.

Finalmente, el contouring también contribuye a lograr un maquillaje profesional, ofreciendo un acabado pulido y dimensional que resalta frente a un maquillaje plano. Con el uso correcto de esta técnica, se puede crear una sensación de mayor profundidad en el rostro, otorgando un aspecto fresco, luminoso y definido, ideal para quienes buscan sacar el máximo provecho a sus rasgos faciales.

Productos para aplicar contouring en tu cara

El contouring facial depende en gran medida de los productos que utilices. Elegir los adecuados es crucial para lograr un acabado profesional y duradero. Desde polvos hasta cremas, cada producto tiene sus beneficios y se adapta mejor a diferentes tipos de piel y técnicas.

A continuación, analizamos los productos clave que te ayudarán a esculpir tu rostro con precisión, realzando tus facciones y aportando dimensión a tu maquillaje.

Polvos

Los polvos para contouring son ideales para un acabado mate y ligero, lo que los convierte en una excelente opción para quienes prefieren un maquillaje más natural. Se aplican fácilmente y permiten controlar la cantidad de producto que usas, lo que es perfecto para quienes están comenzando con esta técnica.

Los polvos son particularmente útiles en pieles grasas o mixtas, ya que absorben el exceso de grasa, asegurando que el maquillaje dure más tiempo. Para su aplicación, se recomienda utilizar una brocha angulada, que facilita un trazo preciso en las zonas que deseas definir, como los pómulos, la mandíbula y la frente.

Cremas

Las cremas para contouring ofrecen un acabado más hidratado y duradero, perfecto para pieles secas o maduras. Estos productos permiten trabajar el maquillaje con mayor precisión y difuminarlo con facilidad, lo que los convierte en una opción preferida para looks más dramáticos o de noche.

A diferencia de los polvos, las cremas requieren más habilidad para difuminar, pero proporcionan un acabado suave y natural una vez trabajadas. Es recomendable usar una esponja húmeda para aplicar y difuminar el producto, asegurando que se mezcle perfectamente con el resto del maquillaje.

Además, las cremas son ideales para climas fríos o eventos que requieran un maquillaje de larga duración.

Brochas recomendadas

La brocha adecuada puede hacer una gran diferencia en el resultado del contouring en tu cara.

Para productos en polvo, las brochas anguladas son la mejor opción, ya que su diseño facilita aplicar el producto justo en las áreas que deseas esculpir. En el caso de productos en crema, las esponjas de maquillaje (como las beauty blenders) son esenciales para lograr un acabado uniforme y difuminado.

Las brochas de punta fina son ideales para áreas pequeñas como la nariz, mientras que las brochas más gruesas y planas funcionan bien en áreas más amplias como los pómulos y la frente.

Asegúrate de elegir herramientas que difuminen el producto sin dejar líneas marcadas, para un acabado profesional y pulido.

Barras de labios

Aunque no es lo primero que se asocia con el contouring para el rostro, las barras de labios pueden jugar un papel sorprendente en esta técnica. Al elegir tonos neutros o marrones, las barras de labios pueden ser utilizadas para añadir color y definición en áreas como los pómulos.

Incluso los tonos claros de labial pueden usarse como iluminador en ciertas zonas del rostro, como el arco de Cupido o el puente de la nariz. Sin embargo, es importante difuminar bien el producto para evitar que parezca fuera de lugar.

Las barras de labios son una excelente opción cuando no tienes productos específicos de contouring a mano, y te permiten experimentar con texturas y acabados distintos.

Contouring según tipo de cara

El contouring puede adaptarse a diferentes formas de rostro, ayudando a equilibrar y realzar las facciones de cada tipo de cara.

A continuación, te mostramos cómo aplicar el contouring según la forma de tu rostro para lograr el efecto más favorecedor.

Contouring para caras redondas

El contouring para rostros redondos busca afinar las facciones y dar una apariencia más alargada. Este tipo de rostro suele carecer de ángulos marcados, por lo que el objetivo es esculpir las zonas claves para definir más el rostro.

Para comenzar, aplica el contorno oscuro en los laterales de la frente y a lo largo de la línea de la mandíbula, lo que ayudará a dar una sensación de estrechamiento en las zonas laterales.

Después, traza una línea desde la mitad de las orejas hasta la parte inferior de los pómulos, y difumina bien para no dejar líneas marcadas. El iluminador debe colocarse estratégicamente en el centro de la frente, el puente de la nariz y el centro de la barbilla, creando un foco de luz que atraerá la atención a las zonas altas del rostro.

Con esta técnica, lograrás que la cara redonda parezca más delgado y esculpido, sin perder naturalidad.

Contouring para rostros ovalados

El rostro ovalado es considerado el más equilibrado, lo que significa que no requiere demasiadas correcciones con contouring, pero sí se pueden acentuar los rasgos. En este caso, el objetivo es realzar los puntos fuertes de la cara y mantener el equilibrio general.

Comienza aplicando el contorno oscuro debajo de los pómulos, justo en el hueco natural que se forma al succionar las mejillas, para dar mayor definición a la estructura ósea. Añade un poco de sombra en las sienes y a lo largo de la línea de la mandíbula si deseas un aspecto más esculpido.

El iluminador se aplica en la parte alta de los pómulos, el centro de la frente y el arco de Cupido, logrando así un efecto de luz que suaviza las líneas del rostro y lo hace parecer más radiante.

Este enfoque mantiene la armonía natural del rostro ovalado, sin hacer cambios drásticos.

Contouring para rostros cuadrados

El contouring en rostros cuadrados se centra en suavizar las facciones angulosas, especialmente la mandíbula y las sienes, donde se ven más marcados los ángulos.

Para equilibrar estas líneas fuertes, aplica contorno oscuro a los lados de la frente y a lo largo de la mandíbula, difuminando bien para evitar un acabado severo. También puedes aplicar un poco de contorno en las esquinas exteriores de los pómulos para darle al rostro una forma más redondeada.

El iluminador debe colocarse en el centro de la frente, el puente de la nariz y justo por encima de los pómulos, aportando luz en las áreas que equilibran el rostro. Este contraste entre las sombras y las zonas iluminadas ayuda a suavizar los rasgos más marcados, creando un efecto más armónico y natural.

Contouring para caras alargadas

En los rostros alargados, el objetivo del contouring es reducir visualmente la longitud del rostro y ensancharlo ligeramente para equilibrar sus proporciones.

Comienza aplicando contorno oscuro en la parte superior de la frente, justo en la línea del cabello, y en la parte inferior de la barbilla para acortar visualmente el rostro. Luego, aplica contorno debajo de los pómulos para añadir definición y atraer la atención hacia el centro del rostro. Un truco clave es aplicar un poco de sombra en los laterales del rostro, justo debajo de las mejillas, para crear la ilusión de un rostro más ancho.

El iluminador se utiliza en el centro de la frente, el puente de la nariz y los pómulos, lo que ayuda a equilibrar la estructura facial y atraer la atención a las áreas que más quieres destacar.

Contouring para diferentes tonos de piel

El contouring no es una técnica universal; su éxito depende en gran parte de la elección de los tonos adecuados según el tipo y tono de piel. Cada tipo de piel requiere una paleta específica que permita esculpir las facciones sin crear un contraste antinatural o exagerado.

En esta sección, exploraremos qué tonos funcionan mejor para pieles claras, maduras, grasas y morenas, asegurando que logres un contouring que realce tu belleza de manera armoniosa y equilibrada.

Qué tonos usar en piel clara

Para pieles claras, es fundamental optar por tonos de contorno que no sean demasiado oscuros, ya que un contraste excesivo puede hacer que el maquillaje se vea duro y poco natural. Los tonos marrones suaves, con un toque de subtonos fríos como el gris o el taupe, son ideales para crear sombras ligeras y esculpir el rostro con sutileza.

Evita los tonos cálidos y naranjas, ya que pueden chocar con la piel clara. El iluminador debe ser en tonos perlados o champagne, aportando un brillo delicado y fresco. Es importante que el iluminador no sea demasiado brillante para no dar un aspecto exageradamente reflectante.

Para aplicar correctamente el contorno en pieles claras, es recomendable utilizar brochas finas que permitan controlar la cantidad de producto. Un truco es empezar con poco producto e ir aumentando la intensidad según sea necesario. Además, siempre difumina bien para que las líneas se integren de manera natural en la piel.

Tonos ideales para pieles maduras

El contouring en pieles maduras debe centrarse en suavizar las facciones y evitar resaltar las líneas de expresión o arrugas.

Los tonos de contorno recomendados son los marrones cálidos y medios, que ofrecen un efecto natural sin sobrecargar el rostro. Es importante que los productos que utilices sean de textura ligera y fáciles de difuminar, como los contornos en crema o los polvos finos. Las pieles maduras tienden a perder firmeza, por lo que el uso de un contorno bien aplicado puede devolverle definición al rostro sin que se vea demasiado marcado.

El iluminador en pieles maduras debe ser sutil, evitando productos con brillos o partículas muy reflectantes. Opta por acabados satinados o luminosos discretos, en tonos como el dorado suave o el champagne, que aporten luz sin exagerar. La clave es difuminar bien y aplicar el iluminador solo en puntos altos como el pómulo, el arco de Cupido y el puente de la nariz para un resultado rejuvenecedor.

Contouring en una piel grasa

El contouring en pieles grasas requiere un enfoque especial debido a la tendencia de la piel a producir exceso de grasa, lo que puede hacer que los productos de maquillaje se deslicen o desaparezcan con el tiempo. Para evitar este problema, lo más recomendable es usar productos en polvo mate, que ayudan a absorber el exceso de sebo y proporcionan un acabado más duradero. Los tonos de contorno deben ser neutros o fríos, para crear definición sin añadir brillo adicional al rostro.

En cuanto al iluminador, es mejor evitar los productos con demasiado brillo o destellos, ya que pueden aumentar la apariencia grasosa de la piel. En su lugar, opta por iluminadores con acabados mate o semi-mate, que aporten luz de forma controlada y sin exageraciones.

Para aplicar correctamente, asegúrate de usar brochas limpias y no aplicar demasiados productos en las áreas más grasas, como la zona T, para evitar que el maquillaje se vea pesado.

Color adecuado para una piel oscura o morena

El contouring en pieles oscuras o morenas requiere el uso de tonos más profundos y cálidos para que el contorno se vea natural. Los tonos ideales son los marrones oscuros, chocolate o incluso bronce, que permiten crear definición sin que se vea un contraste demasiado evidente.

Para iluminar, los tonos dorados, bronce metálico o incluso cobre funcionan muy bien, ya que complementan y realzan el tono natural de la piel morena, aportando un brillo cálido y favorecedor.

La clave para un contouring exitoso en pieles oscuras es asegurarse de que los tonos se mezclen bien con el tono natural de la piel y que el resultado final sea armonioso. Asegúrate de difuminar bien los productos para evitar líneas duras, y elige iluminadores con brillo que realcen el brillo natural de la piel sin crear un efecto demasiado metálico.

Como hacer contour para la nariz

El contouring en la nariz es una de las técnicas más populares en el maquillaje, ya que permite modificar visualmente la forma y el tamaño de la nariz, creando una apariencia más equilibrada. Dependiendo del tipo de nariz que tengas, el contouring puede ayudarte a disimular áreas que deseas cambiar o resaltar las que más te gustan.

Aquí te explicamos cómo realizar el contouring para tres tipos específicos de nariz: ancha, aguileña y larga.

Para nariz ancha

Si tienes una nariz ancha y deseas que parezca más delgada, la clave está en el juego de luces y sombras.

Comienza aplicando un tono de contorno oscuro a ambos lados de la nariz, desde el puente hasta justo antes de las fosas nasales. Lo ideal es que las líneas se coloquen lo más cerca posible del centro para reducir visualmente el ancho. Puedes utilizar una brocha fina o una esponja de maquillaje para asegurar que las líneas sean precisas y simétricas.

Luego, difumina hacia afuera para que las líneas se mezclen suavemente con el resto del maquillaje, evitando que se vean duras o artificiales.

A continuación, aplica un iluminador en el centro del puente de la nariz, pero evita llegar hasta la punta. Este truco ayuda a atraer la atención al centro, creando la ilusión de una nariz más estilizada.

Finalmente, usa polvo traslúcido para fijar el contorno y darle un acabado mate. Es importante recordar que menos, es más, por lo que empezar con poco producto y aumentar gradualmente la intensidad es la mejor estrategia para obtener un resultado natural.

Para nariz aguileña

Una nariz aguileña se caracteriza por tener una ligera protuberancia o joroba en el puente, y el objetivo del contouring en este caso es suavizar esa curva para que parezca más recta.

Para lograrlo, aplica el contorno oscuro directamente sobre la parte sobresaliente del puente, ya que las sombras pueden ayudar a minimizar la percepción de altura en esa área. Difumina bien el contorno para que no queden líneas marcadas, pero asegúrate de mantener la mayor parte del producto en la protuberancia para un efecto reductor.

Es fundamental evitar aplicar iluminador en el puente de la nariz, ya que podría acentuar la curvatura en lugar de suavizarla. En su lugar, aplica un iluminador sutil en la punta de la nariz y justo entre las cejas, ya que estos puntos atraerán la atención y harán que la curvatura del puente sea menos visible.

Este enfoque equilibra las proporciones del rostro y suaviza la forma general de la nariz, logrando un contorno armonioso.

Para nariz larga

El objetivo del contouring en una nariz larga es acortar visualmente su longitud para que parezca más equilibrada con el resto de las facciones.

El primer paso es aplicar el contorno oscuro en la punta de la nariz, justo debajo de ella, y también en los lados si deseas reducir la anchura al mismo tiempo. Esta sombra en la punta crea la ilusión de una nariz más corta, ya que recorta visualmente la longitud total.

A continuación, aplica el iluminador desde la parte superior del puente de la nariz hasta justo antes de la punta, sin llegar completamente al final, ya que iluminar la punta podría alargar más la nariz. Es importante difuminar bien el contorno y el iluminador para que no se vean líneas evidentes.

Si deseas un efecto aún más dramático, también puedes aplicar un poco de contorno en la base de las fosas nasales, lo que ayuda a crear más equilibrio en la proporción de la nariz.

Como aplicar un contouring en la cara paso a paso

El contouring facial es una técnica que, con los pasos adecuados, puede ayudarte a definir las facciones del rostro y realzar tu belleza natural. A continuación, te mostramos cómo aplicar un contouring perfecto en tu cara, desde la preparación de la piel hasta el difuminado final.

Paso 1: Preparación de la piel

Antes de comenzar a aplicar el contouring, es fundamental preparar la piel correctamente. Limpia tu rostro y aplica una crema hidratante para asegurar que tu piel esté suave y lista para recibir el maquillaje.

A continuación, utiliza una prebase o primer para alisar la superficie de la piel y ayudar a que el maquillaje se adhiera mejor y dure más tiempo. También puedes aplicar una base de maquillaje que iguale el tono de tu piel, creando un lienzo uniforme antes de comenzar con el contouring.

Paso 2: Aplicación de contornos

El siguiente paso es aplicar los contornos claros y oscuros para esculpir y definir tu rostro. Usa un producto en tonos oscuros para crear sombras en las áreas que deseas reducir o definir, como debajo de los pómulos, los lados de la nariz, la línea de la mandíbula y las sienes.

Los tonos claros se aplican en las áreas que quieres resaltar, como el centro de la frente, el puente de la nariz, la parte superior de los pómulos y el arco de Cupido.

La clave está en aplicar los productos en las zonas estratégicas, dependiendo de la forma de tu rostro.

Paso 3: Difuminar para un acabado natural

Una vez que has aplicado los productos en las áreas correspondientes, el paso más importante es difuminar. Usa una brocha de maquillaje o una esponja húmeda para difuminar suavemente los contornos oscuros y claros, asegurando que no queden líneas marcadas.

La clave es hacer movimientos circulares suaves y ligeros, asegurándote de que los tonos se integren bien con el resto de tu maquillaje para lograr un acabado natural y uniforme.

Un buen difuminado hará que el contorno se vea sutil y favorecedor, sin que las transiciones entre los tonos claros y oscuros sean evidentes.

Consejos para ser una experta del contouring facial

El contouring en la cara es una técnica poderosa que permite esculpir el rostro, realzando sus mejores rasgos y suavizando las áreas que preferimos disimular. Aunque puede parecer complejo al principio, con los productos y herramientas correctas, y algunos trucos sencillos, es posible dominar esta técnica y lograr un acabado profesional.

A continuación, te proporcionamos una serie de consejos que te ayudarán a convertirte en una experta del contouring, ajustando la técnica a tus necesidades y sacando el máximo partido a tu maquillaje.

  1. Conoce la forma de tu rostro: Identificar si tu cara es redonda, ovalada, cuadrada o alargada es esencial para saber dónde aplicar los contornos y los iluminadores. Cada forma tiene técnicas diferentes.
  2. Elige los productos adecuados: Usa productos en crema para un acabado más hidratado o en polvo para un look mate. Además, asegúrate de elegir los tonos correctos según tu tipo de piel.
  3. Usa las herramientas correctas: Brochas anguladas para las áreas más amplias, esponjas para difuminar cremas, y pinceles pequeños para áreas detalladas, como la nariz.
  4. Menos es más: Comienza aplicando poco producto y aumenta la intensidad gradualmente. Esto evita que el contouring luzca artificial.
  5. Difumina correctamente: El secreto de un contouring impecable está en la difuminación. Asegúrate de que no haya líneas marcadas y que los productos se mezclen bien con tu base.
  6. Práctica constante: La clave para dominar el contouring es la práctica. Experimenta con diferentes técnicas y productos para perfeccionar tus habilidades.
  7. Fija tu maquillaje: Termina aplicando polvo traslúcido o spray fijador para asegurar que el maquillaje dure todo el día.

El contouring del rostro es una habilidad que se perfecciona con la práctica, pero con los consejos adecuados, puedes dominar la técnica y hacer que forme parte de tu rutina de maquillaje diaria. Con paciencia y dedicación, serás una experta en contouring, capaz de realzar y definir tus rasgos faciales con facilidad.

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