El maquillaje, más que una herramienta de belleza, es una forma de expresión personal que evoluciona al ritmo de la moda, la cultura y la tecnología. Según datos de Statista, se espera que el mercado global de cosméticos alcance los 630.000 millones de dólares en 2026, siendo el maquillaje uno de los segmentos más dinámicos dentro de la industria. Esta cifra no solo refleja el crecimiento económico, sino también la relevancia del maquillaje en la vida cotidiana de millones de personas en todo el mundo, aumentando la cifra de interesados en la realización de un curso de maquillaje profesional para mejorar sus conocimientos.
Las tendencias para este año reflejan un deseo de autenticidad y, al mismo tiempo, de innovación. La generación Z y los millennials, que representan gran parte de los consumidores actuales, buscan productos que ofrezcan un equilibrio entre naturalidad, sostenibilidad y creatividad. Así, el 2026 se perfila como un año lleno de contrastes: desde la piel desnuda y real hasta delineados futuristas y labios en colores que no dejarán indiferente a nadie.
"El maquillaje puede ayudarte a capturar un momento"
Carine Roitfeld
2026 un año de contrastes
Este año veremos cómo conviven dos corrientes aparentemente opuestas: la simplicidad del minimalismo en el día a día y la extravagancia de los looks nocturnos cargados de color y brillo. Esta dualidad representa el espíritu de la época, donde las personas desean sentirse libres de elegir cómo mostrarse según su estado de ánimo o contexto.
Looks minimalistas en el día a día
La tendencia minimalista no significa renunciar al maquillaje, sino utilizarlo de manera más sutil e inteligente. Durante el día se imponen los looks frescos, con piel natural, labios hidratados con bálsamos con color y un toque de máscara de pestañas que abre la mirada. Este estilo responde a la necesidad de practicidad en la rutina diaria y a la creciente popularidad del maquillaje “sin maquillaje”.
Apuestas atrevidas para la noche
En contraste, las noches del 2026 estarán llenas de dramatismo. Sombras en tonos intensos, delineados gráficos, pestañas postizas y labios en colores impactantes se convierten en protagonistas. La idea es aprovechar la oscuridad y las luces artificiales para experimentar con acabados llamativos que quizá resultan demasiado arriesgados para la luz del día.
Influencia del K-beauty, la moda retro y la estética futurista
El auge del K-beauty sigue marcando tendencias con pieles jugosas, acabados de “glass skin” y labios degradados. A la vez, la nostalgia retro trae de vuelta referencias de los años 90 y 2000, como los delineados gruesos o los glosses con purpurina. Por último, la estética futurista aporta un aire innovador con delineados metálicos, sombras holográficas y propuestas que parecen sacadas de una pasarela de ciencia ficción.
Piel real natural y sin filtros
En un mundo saturado de filtros digitales, el 2026 reivindica la belleza auténtica. El maquillaje deja de ser una máscara y se convierte en un aliado para potenciar lo mejor de cada piel. El lema es claro: piel saludable, luminosa y libre de imperfecciones artificiales.
Bases ligeras que dejan respirar la piel
Se imponen las bases en formatos ligeros como tintas, sérums o cushion foundations, que aportan un acabado translúcido y permiten ver la textura natural del rostro. La cobertura se aplica solo en zonas necesarias, con correctores de alta precisión.
Técnica "skin flooding"
Este método, nacido en la rutina de cuidado coreana, consiste en aplicar varias capas de hidratación antes del maquillaje para conseguir una piel ultra hidratada y radiante. Así, la base se funde mejor y el resultado es un acabado fresco y natural, ideal para quienes buscan luminosidad sin exceso de producto.
Cejas despeinadas y con personalidad
Las cejas dejan de ser un marco rígido y se transforman en una expresión más del carácter. En 2026, la perfección absoluta cede espacio a cejas naturales, con movimiento y textura.
Adiós a las cejas ultra definidas
La era de las cejas tatuadas, microblading hipermarcado o definiciones exageradas va quedando atrás. Ahora se prefieren acabados que respeten el grosor y dirección natural del vello.
Se imponen los geles transparentes y los acabados fluffy
Los geles fijadores transparentes o con color se convierten en básicos imprescindibles. Se utilizan para peinar los vellos hacia arriba, creando un efecto desenfadado y voluminoso que aporta frescura al rostro.
Labios que vuelven a ser protagonistas
Después de años donde el protagonismo se centraba en los ojos, los labios recuperan su papel principal. Se convierten en el punto focal del maquillaje, con colores intensos, acabados llamativos y técnicas renovadas que aportan volumen.
Colores intensos: rojos cereza, burdeos, naranjas vibrantes
Los tonos clásicos se reinventan en versiones más vivas y expresivas. El rojo cereza se asocia con confianza y poder, mientras que los burdeos evocan sofisticación. Los naranjas vibrantes, por su parte, transmiten energía y frescura.
Acabados efecto vinilo o gloss con volumen
El efecto mate retrocede para dejar paso a brillos intensos que simulan un acabado húmedo. Los gloss con efecto plumping (voluminizador) logran labios más carnosos y atractivos.
Técnica "lip contouring" reinventada
Lejos de los contornos duros de años pasados, el nuevo lip contouring se centra en difuminar el perfilado, creando un degradado sutil que da dimensión y naturalidad a los labios.
Ojos con libertad creativa
La mirada se transforma en el espacio perfecto para experimentar. Ya no existen reglas estrictas: el maquillaje de ojos se convierte en una herramienta de expresión artística.
Delineados gráficos en blanco, neón o doble línea
Se llevan los delineados llamativos, desde el clásico cat eye reinventado en colores neón hasta líneas dobles que juegan con geometrías imposibles.
Sombras metalizadas, efecto mojado o brillo 3D
Las sombras ya no solo aportan color, sino también textura. Acabados metálicos, brillos de efecto mojado o incluso aplicaciones con glitter 3D dominan las pasarelas y las redes sociales.
Pestañas perfectamente curvadas
El rizado extremo de pestañas será una obsesión este año. Se buscarán máscaras de última generación, tratamientos semipermanentes como el lifting de pestañas o incluso extensiones ultraligeras que mantengan la curvatura intacta.
Colorete elevado y en tonos inesperados
El rubor deja de ser un simple toque de color para convertirse en una herramienta de escultura facial. Su aplicación estratégica puede cambiar por completo la percepción de las facciones.
Rosa fucsia, coral y malva para mejillas vivas
Estos tonos, poco convencionales hasta hace poco, aportan vitalidad y modernidad. Cada uno se adapta a diferentes tonos de piel, logrando un resultado favorecedor y atrevido.
Aplicación alta hacia las sienes para efecto lifting
La técnica de aplicar el colorete en dirección ascendente hacia las sienes crea un efecto óptico que eleva las facciones, rejuveneciendo el rostro de manera instantánea.
Cursos para aprender a aplicar estas tendencias
Dominar estas tendencias requiere práctica y conocimientos técnicos. Los cursos de maquillaje profesional impartidos por la maquilladora Carmen Moreno se presentan como la mejor opción para quienes desean perfeccionar su técnica, ya sea para uso personal o para dedicarse al sector beauty. En ellos aprenderás a identificar qué estilos se adaptan a cada tipo de rostro, cómo aplicar productos con precisión y cómo recrear tanto un look minimalista como una propuesta vanguardista. Además, muchos cursos incluyen formación en nuevas tecnologías, como el uso de la inteligencia artificial para analizar tonos de piel o probar looks de manera virtual.
Invertir en formación te permitirá mantenerte al día en un sector que cambia rápidamente y que, según Euromonitor, crece a un ritmo del 6% anual en la categoría de maquillaje profesional. Si quieres destacar en esta industria, aprender a aplicar las tendencias de 2026 puede ser tu mejor carta de presentación.